miércoles, 11 de mayo de 2011

EL SENA NO PUEDE OFRECER EDUCACIÓN POBRE


“EL SENA NO PUEDE OFRECER EDUCACIÓN POBRE"

Autor: Juan Fernando Arenas
9 de Mayo de 2011


El sacerdote Camilo Bernal no se anda por las ramas. Admite que la calidad de la institución ha bajado y que hay un largo camino por recorrer. Propone contratar mejores maestros y rendir cuentas públicas al país, algo que hasta ahora no se hace.



Foto: Pablo Andrés Pasos

El nuevo director dice que la transparencia administrativa es la clave de una buena gestión pública y se compromete a entregar informes periódicos y completos de su labor en el Sena.
Camilo Bernal, director del Servicio Nacional de Aprendizaje, Sena, cree en el poder de dos valores en aparente desuso: el humanismo y la transparencia. El sacerdote, que además es ingeniero, matemático y doctor en Inteligencia Artificial, admite que la corrupción es un cáncer y reconoce que el Sena no es lo que era, que su nivel académico es deficiente.

- ¿Cómo encontró el Sena, director?

”Bien en lo que tiene que ver con el acceso. Cada vez hay más jóvenes pobres que terminan bachillerato y terminan en la calle, y ya sabemos cuales son las consecuencias de eso: es la frustración del no futuro, la violencia, el desánimo. El Sena llega hoy a todos los municipios. Pero hay un paso que debe darse: tenemos que mejorar y asegurar la calidad, y ese es un compromiso que tengo personal porque creo en ello. No podemos confundir y seguir diciendo que el Sena es una universidad sólo para los pobres y ofreciendo educación pobre”.

- A propósito, ¿el Sena es una opción o una resignación?

“Es una opción buena, es una opción válida, legitima, relevante para el país. El Sena, como todo en la vida, se va haciendo por etapas. Uno tiene que ir progresivamente avanzando, entonces entre opción y resignación, el Sena es una opción y para muchos es la opción”.

- Alumnos del Sena afirman que hay profesores que sólo llegan a poner talleres para que los resuelvan con buscadores de Internet, ¿qué opina de semejante denuncia?

“Si eso es así como usted lo plantea, que en el Sena hay instructores que no asuman su responsabilidad, es muy grave. Los aprendices tienen todo el derecho a exigir y ese es el desafío: tenemos de dar una respuesta adecuada para que el Sena sea una Institución de calidad, calidad asegurada”.

- ¿Qué canales deben seguir los aprendices para dar a conocer esas irregularidades?

“Normalmente el canal debe ser transmitirlo a su coordinador académico o a su director de centro. Esto que tú dices es la coyuntura, pero debemos atacar estructuralmente el problema, y la situación estructural radica en la forma cómo se contrata a los instructores. El Sena tiene unos 25.000 instructores, de los cuales tres mil son de planta. Los procesos de contratación deben asegurarse para que se cumplan con las expectativas, eso ya está inventado en las instituciones educativas, lo que pasa es que en el Sena tenemos que comenzar a aplicarlo de forma severa. Qué exista la evaluación de los estudiantes, la evaluación de los pares académicos y finalmente una evaluación por parte de los superiores debe ser una realidad, no hay que tener miedo a evaluarse, no hay que tener miedo a la evaluación”.

- ¿Cómo recuperar el estatus del Sena?

“Hay que escuchar las voces de todos los sectores. Yo he hablado con algunos empresarios en los últimos meses y dicen que realmente existe un nivel aceptable de satisfacción, pero que deben levantar su nivel de conocimientos para estar a la par de lo que la empresa necesita. Repito: es verdad que hay que mejorar los procesos y selección de los instructores. Tenemos que hacer un trabajo en ese sentido. Yo estoy planteando lo que se llama en el mundo empresarial una universidad corporativa. El Sena tiene 25 mil instructores entonces tenemos que tener una infraestructura que los ayude a que adquieran las competencias porque eso redunda en beneficio de su nivel pedagógico. Pero también tenemos que retar a los aprendices, pues el Sena es gratuito y lo que nada nos cuesta hagámoslo fiesta. El mensaje es: si no quiere estudiar en serio, no le quite el cupo a otro que sí quiere”.


El director del Sena admite que la educación es un camino de transformación personal. Él, además de sacerdote, es ingeniero, matemático y doctor en Inteligencia Artificial.

- El senador John Sudarsky afirmó que no se podía tolerar que el Sena, una institución financiada con recursos públicos, no presentara balances de gestión, ¿Están tapando algo, director?

“Respeto mucho al senador John Sudarsky por sus capacidades y competencias, además entiendo que fuimos a la misma universidad, pero ni él ha hablado conmigo ni yo con él, eso en cuanto a la posición de la actual administración del Sena. Mi posición es la de rendición de cuentas públicas y habrá que organizarlas para presentarlas. Cuando yo llegué me entregaron una cantidad de documentos de la gestión de ocho años del doctor Darío Montoya y eso es público, y no se si él lo conozca o no lo conozca, aunque admito que eso no es todo lo que comprende la rendición de cuentas. Esto debe quedar claro: sí queremos rendir cuentas. Es una obligación del Estado y cuando quiera podemos conversar. Así lo he hecho toda la vida y no voy a dejar de hacerlo ahora”.

- ¿Cuál es su opinión sobre la controvertida reforma a la educación superior?

“Yo creo que la reforma a la Ley 30 es prácticamente una nueva ley de educación. A mí me parece que tiene una gran virtud y es que el Gobierno abrió el espacio, y en eso yo creo que debemos aplaudir la iniciativa del presidente y la ministra. El Gobierno propuso un documento que tiene unas ideas básicas y es lo que está en el centro debate.

“La participación y alianza de las universidades con la empresa privada ya existe, lo que se quiere es formalizarla e incentivarla para estructurar centros de investigación y unidades productivas, eso es deseable y lo hacen todas las universidades públicas del mundo. Las públicas de Estados Unidos motivan al sector privado para que se implante dentro de la universidad y genere nuevos conocimientos. Lo que pasa es que aquí no se ha leído bien la ley o no se ha entendido. Se ha criticado mucho que no haya relación entre universidad pública y empresa privada y se dice que un divorcio. Yo digo que no puede haber divorcio donde no ha habido matrimonio. No se está proponiendo que existan injerencia del sector privado en la actividad docente, sino una alianza para la investigación, para la innovación, para el desarrollo de nuevas ideas”.

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Íntimamente
¿Qué hace Camilo Bernal, la persona común y corriente, en sus ratos libres?

Pensar. Pensar sobre mi mismo, sobre lo que soy, sobre lo que hice, sobre cómo ha sido mi conducta. Eso me parece muy relevante, por que tengo la convicción de que una persona que es capaz de analizarse es una persona que tiene la fuerza para transformar.

¿Cómo fue la experiencia de representar a Colombia en la beatificación de Juan Pablo II?

Una experiencia sublime, impactante, no sólo ver la multitud, sino que sirvió para recordar que yo conocí a Juan Pablo II en varios momentos, el primero ya hace 30 años en mayo de 1981 cuando fui a Roma. Yo estaba en Francia estudiando mi doctorado en inteligencia artificial. Luego, ya hace 25 años, cuando el Papa vino a Colombia, yo fui el director financiero de la visita y pasé mucho tiempo junto al él.

¿Cómo prefiere que lo llamen: doctor, profesor, sacerdote, ingeniero, matemático...?

Cristiano, que quiere ser todo lo demás.