lunes, 12 de noviembre de 2012
viernes, 26 de octubre de 2012
EL LIDERAZGO DEL SENA
Comunicado del director general del SENA, Luis Alfonso Hoyos Aristizábal
Bogotá, 25 de octubre de 2012.- A propósito de las protestas y bloqueos a vías públicas protagonizadas en las últimas horas por aprendices de la Entidad, el Director Nacional del SENA –quien está inaugurando los juegos regionales de la institución en el Eje Cafetero–, ha manifestado:
1. El SENA es un patrimonio nacional de todos los colombianos.
2. El SENA ha sido durante 55 años ejemplo de concertación y de paz social.
3. El SENA es, hoy más que nunca, una poderosa herramienta para construir equidad.
Toda reforma que se proponga debe partir de estas tres premisas, garantizar el carácter tripartito del SENA (Gobierno, empresarios y trabajadores), la gratuidad de la formación, su carácter público y autónomo, así como la salvaguarda para que bajo ninguna circunstancia se recorten recursos a la Entidad.
Como lo ha expresado con toda claridad el señor presidente de la República, doctor Juan Manuel Santos Calderón, con estos principios siempre ha estado comprometido para salvaguardar y fortalecer el SENA y esa es la línea de acción que tiene todo el Gobierno.
Los servidores y aprendices pueden estar absolutamente tranquilos con la permanencia y fortalecimiento del SENA, con la seguridad de que la mejor forma de defenderlo es manteniendo el funcionamiento normal de la Entidad para seguir formando a más colombianos con calidad.
Ene 12/12 Un político, sin trayectoria como directivo de IES, es el nuevo director del Servicio Nacional de Aprendizaje -SENA. Es Luis Alfonso Hoyos Aristizábal (foto), actual embajador de Colombia en la OEA, quien reemplaza al sacerdote Camilo Bernal, quien irá a El Vaticano como Superior General de la congregación de los Eudistas.
“El padre Camilo Bernal ha venido haciendo una labor extraordinaria, lo reclutamos de la Universidad Minuto de Dios donde también hizo una labor maravillosa y es tan bueno que el Vaticano se lo llevó para Roma, lo eligieron para un puesto muy importante, y muy a su pesar, y muy a mi pesar, nos deja”, explicó el prsidente Santos.
Luis Alfonso Hoyos, quien asumirá la dirección general a partir del próximo 2 de febrero, es considerado como figura de primera línea del Uribismo, y por lo mismo se podría entender que en ese orden de ideas estaría alineado con el manejo que, desde Darío Montoya, se viene dando al SENA desde el año 2.002, y que se traduce en la masiva cualificación en estos niveles de formación, gracias a un gigantesco presupuesto que supera los dos billones por año.
En Bogotá manejó el programa de Desmarginalización de Barrios, con el entonces alcalde Enrique Peñalosa, y en 2.000 perdió en su aspiración por llegar a la Gobernación de Caldas.
En el gobierno del expresidente Alvaro Uribe dirigió la Red de Solidaridad Social, que luego se fusionó con el Fondo de Inversión para la Paz y la Agencia Colombiana de Cooperación Internacional, ACCI, para crear la Agencia Presidencial para la Acción Social y la Cooperación Internacional, Acción Social.
“El padre Camilo Bernal ha venido haciendo una labor extraordinaria, lo reclutamos de la Universidad Minuto de Dios donde también hizo una labor maravillosa y es tan bueno que el Vaticano se lo llevó para Roma, lo eligieron para un puesto muy importante, y muy a su pesar, y muy a mi pesar, nos deja”, explicó el prsidente Santos.
Luis Alfonso Hoyos, quien asumirá la dirección general a partir del próximo 2 de febrero, es considerado como figura de primera línea del Uribismo, y por lo mismo se podría entender que en ese orden de ideas estaría alineado con el manejo que, desde Darío Montoya, se viene dando al SENA desde el año 2.002, y que se traduce en la masiva cualificación en estos niveles de formación, gracias a un gigantesco presupuesto que supera los dos billones por año.
El SENA da formación titulada a cerca de 280 mil jóvenes, y tiene 117 oficinas propias en los centros de formación de la Entidad, mas unas 80 o 90 oficinas adicionales.
Hoyos, nacido en Pensilvania -Caldas- y de profesión abogado del Rosario y con MBA en Los Andes y La Sorbona, fue senador de la República hasta que un fallo del Consejo de Estado, en 2001, le despojó de dicha investidura.En Bogotá manejó el programa de Desmarginalización de Barrios, con el entonces alcalde Enrique Peñalosa, y en 2.000 perdió en su aspiración por llegar a la Gobernación de Caldas.
En el gobierno del expresidente Alvaro Uribe dirigió la Red de Solidaridad Social, que luego se fusionó con el Fondo de Inversión para la Paz y la Agencia Colombiana de Cooperación Internacional, ACCI, para crear la Agencia Presidencial para la Acción Social y la Cooperación Internacional, Acción Social.
jueves, 2 de agosto de 2012
Director General de la Policía Nacional de los Colombianos
El General José Roberto León Riaño asume el cargo
de Director General de la Policía Nacional de los Colombianos encaminando todos
sus esfuerzos a conseguir la Colombia que todos anhelamos. Gracias a su
excelente carrera dentro de la Institución y a su distinguida experiencia, los
colombianos encontrarán en él un aliado en términos de seguridad ciudadana.
A lo largo de su carrera policial, el General ha
trabajado fuertemente en materia de seguridad y planeación del servicio, uniendo
el trabajo de diferentes Direcciones para así fortalecer la seguridad y
convivencia ciudadana, promoviendo a nivel interno la política para el
mejoramiento del servicio, la micro gerencia y la planeación, trabajando siempre
por una Colombia mejor y más segura.
martes, 10 de julio de 2012
UN VERDADERO HEROE
José
'Pepe' Mujica regañó al mundo
Por: Redacción Vivir
José 'Pepe' Mujica, presidente de
Uruguay, dio un discurso memorable en la pasada cumbre sobre desarrollo
sostenible en Río de Janeiro. En pocos días se convirtió en uno de los videos
más vistos en internet.
José Mujica Mujica recibe US$12.500 dólares
mensuales y dona el 90% de sus ingresos a fondos de ayuda social. / Archivo
Vive en una pequeña y discreta chacra localizada en las afueras de
Montevideo y no en un lujoso condomino como correspondería al presidente de una
nación. Conduce un viejo Volkswagen celeste, modelo 87, en vez de viajar en una
caravana de carros blindados. Por ley recibe US$12.500 mensuales, de los que
guarda para si US$1.250. El resto lo dona a fundaciones sociales. Ver video
Si no fuera por
estos y otros detalles de su vida, el discurso que pronunció José Pepe Mujica
en la pasada Conferencia de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas
(Río+20) sería nada más que el discurso de un hábil político capaz de decir lo
que otros esperan escuchar sobre el desenfreno de una sociedad consumista.
“Sé que algunas cosas de las que estoy diciendo rechinan”, susurró el
viejo presidente uruguayo, que comenzó su trayectoria política en los 50 como
miembro del Partido Nacional y una década más tarde se sumó a las huestes del
Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, un grupo guerrillero de origen
marxista influido por la revolución cubana. Ver Video
No llevaba corbata
cuando dijo esas “cosas que rechinan” en Río de Janeiro frente a representantes
de 192 países. Nadie ha podido nunca convencerlo de atarse una al cuello. Y era
mejor no tener una a la hora de decir cosas como “el desarrollo no puede ser en
contra de la felicidad humana, del amor, de las relaciones humanas, de cuidar a
los hijos, de tener amigos, de tener lo elemental”.
"Pobre es el
que necesita mucho"
Autoridades
presentes de todas las latitudes y organismos, muchas gracias. Y muchas gracias
y nuestro agradecimiento al pueblo de Brasil y a su señora presidente. Y muchas
gracias a la buena fe que seguramente han manifestado todos los oradores que me
precedieron. Expresamos la íntima voluntad como gobernantes de acompañar todos
los acuerdos que esta nuestra pobre humanidad pueda suscribir.
Sin embargo,
permítasenos hacernos algunas preguntas en voz alta. Toda la tarde se ha estado
hablando del desarrollo sustentable, de sacar inmensas masas de la pobreza.
¿Qué es lo que aletea en nuestras cabezas? El modelo de desarrollo y de consumo
es el actuar de las sociedades ricas. Me hago esta pregunta: ¿qué le pasaría a
este planeta si los hindúes tuvieran la misma proporción de autos por familia
que tienen los alemanes? ¿Cuánto oxígeno nos quedaría para poder respirar?
Más claro: ¿el
mundo tiene los elementos hoy, materiales, como para hacer posible que 7.000,
8.000 millones de personas puedan tener el mismo grado de consumo y de
despilfarro que tienen las más opulentas sociedades occidentales? ¿Será
posible? ¿O tendremos que dar algún día otro tipo de discusión? Porque hemos
creado una civilización, en la que estamos, hija del mercado, hija de la
competencia, que ha deparado un progreso material portentoso y explosivo. Pero
lo que fue economía de mercado ha creado sociedades de mercado, y nos ha
deparado esta globalización. ¿Y estamos gobernando a la globalización o la
globalización nos gobierna a nosotros? ¿Es posible hablar de solidaridad y de
que estamos todos juntos en una economía que está basada en la competencia
despiadada? ¿Hasta dónde llega nuestra fraternidad?
Nada de esto lo
digo para negar la importancia de este evento. No. Por el contrario. El desafío
que tenemos por delante es de una magnitud de carácter colosal y la gran crisis
no es ecológica, es política. El hombre no gobierna hoy las fuerzas que ha
desatado. Sino que las fuerzas que ha desatado gobiernan al hombre.
¿Y la vida? Porque
no venimos al planeta para desarrollarnos en términos generales. Venimos a la
vida intentando ser felices. Porque la vida es corta y se nos va. Porque ningún
bien vale como la vida y esto es elemental. ¿Pero si la vida se me va a escapar
trabajando y trabajando para consumir? La sociedad de consumo es el motor,
porque en definitiva, si se paraliza el consumo o se detiene, se detiene la
economía, y si se detiene la economía, es el fantasma del estancamiento para
cada uno de nosotros.
Pero ese
hiperconsumo a su vez es el que está agrediendo al planeta. Y tiene que generar
ese hiperconsumo cosas que duren poco porque hay que vender mucho. Y una
lamparita eléctrica no puede durar más de mil horas prendida. Pero hay
lamparitas eléctricas que pueden durar 100.000, 200.000 horas. Pero ésas no se
pueden hacer. Porque el problema es el mercado. Porque tenemos que trabajar.
Porque tenemos que tener una civilización de uso y tire. Y estamos en un
círculo vicioso.
Estos son problemas
de carácter político que nos están diciendo la necesidad de empezar a luchar
por otra cultura. No se trata de plantearnos volver al hombre de las cavernas
ni tener un monumento del atraso. No podemos indefinidamente continuar
gobernados por el mercado, sino que tenemos que gobernar el mercado. Por eso
digo que el problema es de carácter político.
En mi humilde
manera de pensar, porque los viejos pensadores lo definían, Epicúreo, Séneca,
los aymaras, pobre no es el que tiene poco, sino que, verdaderamente, pobre es
el que necesita infinitamente mucho y desea y desea y desea más y más. Esta es
una clave de carácter cultural.
Entonces, quiero
saludar el esfuerzo y los acuerdos que se hacen. Y lo voy a acompañar como
gobernante. Porque sé que algunas cosas de las que estoy diciendo rechinan.
Pero tenemos que darnos cuenta de que la crisis del agua, que la crisis de la agresión
al medio ambiente, no es una causa. La causa es el modelo de civilización que
hemos montado y lo que tenemos que revisar es nuestra forma de vivir.
Pertenezco a un
pequeño país muy bien dotado de recursos naturales para vivir. En mi país hay
tres millones de habitantes. Poco más de tres millones doscientos mil. Pero hay
trece millones de vacas de las mejores del mundo. Cerca de ocho o diez millones
de ovejas estupendas. Mi país es exportador de comida, de lácteos, de carne. Es
una plenillanura. Casi el 80% de su territorio es aprovechable.
Mis compañeros
trabajadores lucharon mucho por las ocho horas de trabajo. Ahora están
consiguiendo seis horas. Pero el que consigue seis horas se consigue dos
trabajos y por lo tanto trabaja más que antes. ¿Por qué? Porque tienen que
pagar una cantidad de cuotas. La motito que compró. El autito que compró. Y
pague cuotas y pague cuotas. Y cuando quiere acordar es un viejo reumático como
yo y se le fue la vida.
Uno se hace estas
preguntas: ¿ese es el destino de la vida humana? Estas cosas son muy
elementales. El desarrollo no puede ser en contra de la felicidad, tiene que
ser a favor de la felicidad humana, del amor, de las relaciones humanas, de
cuidar a los hijos, de tener amigos, de tener lo elemental. Precisamente porque
eso es el tesoro más importante que se tiene. Cuando luchamos por el medio
ambiente, el primer elemento del medio ambiente se llama la felicidad humana.
Gracias.
lunes, 30 de enero de 2012
EL EXITO SE ORIGINA EN LADISCIPLINA
El éxito se origina en la disciplina.
Parta de los siguientes principios para que no transfiera la responsabilidad de sus fracasos a terceros. Y analice lo que advierte Yokoi Kenji, un colombo-japonés, que se ha dedicado a estudiar la cultura nuestra y la forma de administrar los negocios.
-El éxito está en la disciplina, no en la disponibilidad de recursos.
-No basta con la creatividad, que de por sí es una gran riqueza, ni en la inteligencia. Hay que ponerle orden a las cosas.
-La prosperidad no es gratuita. Se gana con el esfuerzo diario, la constancia y el empeño.
-El subdesarrollo está en la mente. No es culpa de nadie más. De hecho mucha gente ha sobresalido de la nada.
-Las grandes empresas no florecen de la noche a la mañana. Se necesitan años para consolidarlas. Hay que reinvertir utilidades y pensar en disfrutarlas en el largo plazo.
Japón no tiene oro, petróleo, café, ni flores. Es más: es una isla sin recursos naturales habitada por 130 millones de personas. Ellos tampoco inventaron los carros, pero tienen las mayores factorías de vehículos del mundo. Es decir, no son tan inteligentes como se cree.
Entonces ¿en dónde radica su poderío económico? En la disciplina, afirma Yokoi Kenji, un joven que lleva sangre de ambos países y que con sus comparaciones demuestra que este país de paisas y costeños, de pastusos y santandereanos es tan rico que bien podría ser una potencia.
Kenji, lo tiene todo. Ha viajado por el mundo entero, vivió sus primeros once años en la tierra del Sol Naciente, pero reside en Ciudad Bolívar, una inmensa selva de cemento bogotana cargada de necesidades y considerada una de las localidades más inseguras y peligrosas de la ciudad.
El secreto del éxito –dice- es la disciplina, no la inteligencia. Un japonés jamás llega tarde a una cita. Cuando en Tokio o cualquier ciudad se estrellan dos carros, sus conductores se disculpan mutuamente y el conflicto es que los dos quieren pagar el seguro de accidente. Si alguien se gana la lotería se esconde porque considera que la fortuna le llegó sin el esfuerzo del trabajo. Nadie monta una empresa para enriquecerse a los dos años siguientes, sino que reinvierte las utilidades y la considera madura a los 20 años.
Ahí radica el poder japonés. Es esa mentalidad la que ha hecho grande a una Nación que tiembla todos los días y que carece de recursos naturales.
Kenji, quien dictó una conferencia en el Colegio Tilatá sobre “cómo entender a los jóvenes” y la importancia de la disciplina, sostiene que Colombia es un país rico, demasiado rico, no solo por sus recursos sino por su gente.
“El colombiano, dice, es inteligente, ingenioso, creativo y capaz de adaptarse a cualquier situación. A donde llega, gusta y aprende el formato del país”. Es también cariño, tanto que no tiene problema para abrazar a su vecino en diciembre. “Es amable”, dice, y señala que en Japón no se ve eso con tanta devoción.
¿Pero qué pasa? Le falta orden y disciplina. Nada más que eso, porque le sobra talento y está lleno de héroes. Unos héroes como aquellas mujeres capaces de sostener una familia de seis hijos, y generosos que alimentan ancianos y se levantan en medio de las peores tragedias.
Con algo de disciplina, el país estaría en otro grupo de naciones: las consideradas ricas. Pero muchas personas aplican la ley del menor esfuerzo, pretenden triunfar sin el menor sacrificio y se escudan en pretextos para transferir las responsabilidades de sus fracasos o de sus logros frágiles.
“Yo no creo en la pobreza de Colombia, creo que hay mentalidad de pobreza que es diferente, afirma Kenji, quien propone cambiar de paradigmas y valorar la importancia del la disciplina, el orden y el rigor.
Parta de los siguientes principios para que no transfiera la responsabilidad de sus fracasos a terceros. Y analice lo que advierte Yokoi Kenji, un colombo-japonés, que se ha dedicado a estudiar la cultura nuestra y la forma de administrar los negocios.
-El éxito está en la disciplina, no en la disponibilidad de recursos.
-No basta con la creatividad, que de por sí es una gran riqueza, ni en la inteligencia. Hay que ponerle orden a las cosas.
-La prosperidad no es gratuita. Se gana con el esfuerzo diario, la constancia y el empeño.
-El subdesarrollo está en la mente. No es culpa de nadie más. De hecho mucha gente ha sobresalido de la nada.
-Las grandes empresas no florecen de la noche a la mañana. Se necesitan años para consolidarlas. Hay que reinvertir utilidades y pensar en disfrutarlas en el largo plazo.
Japón no tiene oro, petróleo, café, ni flores. Es más: es una isla sin recursos naturales habitada por 130 millones de personas. Ellos tampoco inventaron los carros, pero tienen las mayores factorías de vehículos del mundo. Es decir, no son tan inteligentes como se cree.
Entonces ¿en dónde radica su poderío económico? En la disciplina, afirma Yokoi Kenji, un joven que lleva sangre de ambos países y que con sus comparaciones demuestra que este país de paisas y costeños, de pastusos y santandereanos es tan rico que bien podría ser una potencia.
Kenji, lo tiene todo. Ha viajado por el mundo entero, vivió sus primeros once años en la tierra del Sol Naciente, pero reside en Ciudad Bolívar, una inmensa selva de cemento bogotana cargada de necesidades y considerada una de las localidades más inseguras y peligrosas de la ciudad.
El secreto del éxito –dice- es la disciplina, no la inteligencia. Un japonés jamás llega tarde a una cita. Cuando en Tokio o cualquier ciudad se estrellan dos carros, sus conductores se disculpan mutuamente y el conflicto es que los dos quieren pagar el seguro de accidente. Si alguien se gana la lotería se esconde porque considera que la fortuna le llegó sin el esfuerzo del trabajo. Nadie monta una empresa para enriquecerse a los dos años siguientes, sino que reinvierte las utilidades y la considera madura a los 20 años.
Ahí radica el poder japonés. Es esa mentalidad la que ha hecho grande a una Nación que tiembla todos los días y que carece de recursos naturales.
Kenji, quien dictó una conferencia en el Colegio Tilatá sobre “cómo entender a los jóvenes” y la importancia de la disciplina, sostiene que Colombia es un país rico, demasiado rico, no solo por sus recursos sino por su gente.
“El colombiano, dice, es inteligente, ingenioso, creativo y capaz de adaptarse a cualquier situación. A donde llega, gusta y aprende el formato del país”. Es también cariño, tanto que no tiene problema para abrazar a su vecino en diciembre. “Es amable”, dice, y señala que en Japón no se ve eso con tanta devoción.
¿Pero qué pasa? Le falta orden y disciplina. Nada más que eso, porque le sobra talento y está lleno de héroes. Unos héroes como aquellas mujeres capaces de sostener una familia de seis hijos, y generosos que alimentan ancianos y se levantan en medio de las peores tragedias.
Con algo de disciplina, el país estaría en otro grupo de naciones: las consideradas ricas. Pero muchas personas aplican la ley del menor esfuerzo, pretenden triunfar sin el menor sacrificio y se escudan en pretextos para transferir las responsabilidades de sus fracasos o de sus logros frágiles.
“Yo no creo en la pobreza de Colombia, creo que hay mentalidad de pobreza que es diferente, afirma Kenji, quien propone cambiar de paradigmas y valorar la importancia del la disciplina, el orden y el rigor.
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