lunes, 26 de agosto de 2013

DECÁLOGO DE UN BUEN LÍDER

Decálogo de un buen líder


Mucho se ha hablado del líder y cada vez surgen nuevas teorías y conceptos. Pero lo cierto es que el líder es un buen guía. Inspira confianza, genera entusiasmo y orienta. Aunque existen varios tipos de liderazgo, incluido el autoritario, el más aceptado es aquel que suscita respeto sin imposición alguna, encausa a la acción y sabe escuchar. ¿Por qué? Por una razón sencilla: en el mundo moderno el éxito y reconocimiento está dado, fundamentalmente, por eltrabajo en equipo.
Hay personas que nacen con la capacidad innata del liderazgo, pero como nadie nace con todas las respuestas o el entrenamiento necesario para ser el mejor en lo que se hace, hay pautas básicas que se deben seguir para ser el mejor líder en los negocios, inclusive en el deporte. Algunas de ellas son:
1. Aprenda a escuchar:  aunque usted posea la experiencia o el conocimiento para llevar a cabo las tareas que debe completar para cumplir un objetivo laboral, no posee ni poseerá jamás todas las respuestas por su propia cuenta. Siéntese con su equipo de trabajo, exponga sus puntos de vista y pídale a los demás que opinen acerca de lo que podría mejorar siempre en la organización. Es probable que teniendo en cuenta las perspectivas de las personas que a diario desempeñan las tareas que usted requiere sea más fácil llegar a un consenso. Además de darles la oportunidad de participar, ayuda a generar sentido de pertenencia por la empresa.
2. Su disponibilidad y accesibilidad son claves:  probablemente usted no pase mucho tiempo a veces en la oficina o reunido con sus compañeros de trabajo, pero sigue siendo el guía de un grupo. Así que su disponibilidad para atender sus solicitudes o inquietudes debe ser permanente a menos de que por motivos físicos le sea imposible. Esto lo convierte en una persona accesible y dispuesta a colaborar y enfrentar el día a día en su lugar de trabajo.
3. Uso apropiado de la autoridad: ya sea que usted sea el gerente de la empresa o tenga un mando medio, hay que ser consecuente con el poder que ostenta. Cada miembro de la organización tiene unas funciones y roles que le han sido asignados. No asigne a las personas tareas personales; si lo precisa, contrate a alguien más para que lo haga. Póngase en los zapatos de sus empleados o subordinados y considere si las tareas que usted desea que realicen están dentro de sus obligaciones laborales.
4. Motívelos: usted es la primera motivación que su grupo tiene. Si lo ven trabajando a la par con ellos, proponiendo soluciones, aportando ideas nuevas y reconociendo sus logros, el equipo tendrá siempre la mejor actitud para trabajar, aun si hay momentos de crisis. Hay que derribar el mito del jefe que empuja pero no acompaña y aunque el dinero sea a final de cuentas la mejor motivación de todas, hay personas que se han ido de excelentes empresas y renunciado a jugosos salarios por culpa del mal clima laboral y el trato de su jefe.
5. Comuníquese claramente: la franqueza es su mejor herramienta comunicativa después de aprender a escuchar. Sea directo, claro, respetuoso, honesto, justo y conciso. De esta manera la comunicación será siempre fluida y dinámica.
6. Confíe: si usted conforma un buen equipo de trabajo, tenga la plena seguridad de que van a cumplir a cabalidad con las metas que se propongan. Eso tampoco quiere decir que cada uno tenga plena libertad de hacer con las tareas que se le asignó a cada miembro, reúnase periódicamente para hacerle seguimiento a los avances de un proceso, verifique la calidad del trabajo y el tiempo que les costó realizar dichas actividades. Delegue acciones según el perfil de cada uno.
7. Planifique y sea creativo: muchas veces los planes de trabajo no resultan como los planea y es normal, piense en soluciones eficaces de acuerdo con la situación requerida. Busque salidas oportunas y tenga en cuenta todas las variables que necesita para resolver problemas. Para esto no está solo; siempre consulte con sus pares o a quién usted considere apropiado para ayudarle. Recuerde que “es mejor que sobre y no que falte” como reza el adagio popular y siempre planee plan A, B, C y los que considere necesarios.
8. Sea elocuente y coherente: independientemente del rubro para el que labore, es básico tanto con los clientes (si los maneja) o con cualquier grupo con el que trabaje mantener un hilo coherente en los compromisos que adquiere y con el discurso que maneja. Siempre piense primero en el bienestar de su equipo de trabajo antes de comprometerlo con tareas que por varios motivos sean difíciles de cumplir.
9. Sea organizado: usted es el estratega organizacional; todo debe estar en su lugar para que las cosas puedan funcionar. Tenga a la mano lo necesario para cumplir con las tareas asignadas y si tiene todos los aspectos organizados y claros, el ambiente será agradable y se agilizará el trabajo.
10. Adáptese a los cambios: no porque toda la vida haya empleado el mismo modelo, significa que no hay necesidad de cambiar nada. Permita que la innovación en los procesos, en las dinámicas e trabajo y hasta en la tecnología permeen su vida laboral y la de su entorno. Use todas las herramientas disponibles para garantizar un mejor ambiente laboral, mayor calidad en el trabajo y cercanía con las personas. Entre al mundo digital, aprenda de su importancia, capacítese constantemente y deje que su equipo haga lo mismo.
Recuerde que el clima laboral Influye en la satisfacción y por lo tanto en la productividad.
Por :Luisa González, periodista y asesora organizacional

miércoles, 14 de agosto de 2013

LAS TRES " P" DEL LIDERAZGO DE JESÚS

LAS TRES " P" DEL LIDERAZGO DE JESÚS.

Introducción: Hace exactamente una semana estaba viendo un canal deportivo en el cable y de pronto me sorprendí con un reportaje en el que hablaban de los seguidores de Diego Armando Maradona. Algunos de ellos comenzaron un movimiento que hoy en día se le llama la Iglesia Maradoniana. Fue triste para mí, (aunque me gusta el fútbol y me gustaba ver jugar a Maradona), darme cuenta que hay algunos 10,000 seguidores de Maradona que establecieron formalmente una Iglesia en la que se endiosa a este hombre, se le rinde culto. El libro sagrado es una biografía de Maradona, la “Santa Cena” la toman comiendo un pedazo de la pizza favorita de Maradona y tomando el vino favorito de Maradona. El rito de iniciación es meter un gol con la “mano de Dios” (gol contra Inglaterra en el Mundial de México 86). En fin, si quiere ver incluso una boda en el nombre de Maradona y el Padre Nuestro de Maradona, etc., véalo en la Internet www.iglesiamaradoniana.com, no le estoy dando publicidad, es solo para que tenga más información si así desea.

Le cuento esto porque quiero preguntarle: ¿A quién está siguiendo Ud.? Por supuesto, como creyentes nosotros somos seguidores de Jesús, a El seguimos, a El servimos y a El únicamente adoramos. Somos sus discípulos y aprendemos de su liderazgo. En ese sentido, nosotros debemos ser por un lado seguidores y por otro líderes. Seguidores de Jesús, discípulos de nuestros líderes espirituales que tienen más conocimiento y más experiencia en la vida cristiana que nosotros, pero también podemos y debemos ser líderes que ejerzan influencia en la vida de otros..

Hoy descubriremos el plan del liderazgo de Jesús, la estrategia exitosa que Jesús usó en el discipulado con los doce, los principios de su liderazgo y tantas cosas más que aplicaremos a nuestras vidas y ministerios con la ayuda de Dios. Vamos a usar 3 frase claves en el liderazgo de Jesús que comienzan con letra “P”, la primera representa el hecho de que Jesús era el:

I. PARADIGMA PERFECTO (Jn. 13:14,15; 15:12)

Antes de comentar sobre estos pasajes quiero decir que Jesucristo ha sido el líder más grande de toda la historia de la humanidad. Desde su nacimiento en un establo de Belén, hasta su muerte en la cruz del Calvario. Vivió apenas 33 años sobre esta tierra, pero fue tiempo suficiente para completar la obra de redención y dejarnos el modelo del verdadero liderazgo. Nunca escribió un libro, nunca enseñó en una institución teológica, nunca viajó más de 150 kilómetros de su lugar de nacimiento, su ministerio público duró solamente tres años y medio. Pero entrenó a un puñado de seguidores y les dijo que cambiaran el mundo. Así lo hicieron Han pasado veinte siglos y el mundo todavía está cambiando por lo que ellos hicieron después de que él se fue. Sus seguidores iniciales fueron 12. Actualmente suman algunos 1,500 millones con millones más que se suman cada año. Los cristianos tenemos a Jesucristo no sólo como nuestro Salvador y Señor, sino como nuestro ejemplo, modelo o paradigma en todas las áreas de la vida. Es necesario entonces conocer por un lado a la persona de Jesús y por el otro, los principios que El puso en marcha. El poder combinado de estas dos influencias nos llevará a gozar de una vida cristiana victoriosa y de un liderazgo cristiano victorioso.
En realidad Jesús es el paradigma o prototipo perfecto. Poresa razón, El tenía la autoridad para decirle a sus discípulos: “Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis”. Ahora bien, quiero hacerles una pregunta: ¿Si Ud. tuviera que lavarle los pies a alguien, qué posición física adoptaría, cómo se colocaría? Arrodillado. Jesús se arrodilló para lavar los pies de sus discípulos y entonces les enseñó varias lecciones. Prácticamente les estaba diciendo: Yo les enseñé la humildad con mi ejemplo, sean Uds. también humildes, les enseñe a servir a otros al lavarle los pies, sirvan ustedes también a otros y no esperen que les sirvan, yo les enseñé a amar con mi vida misma, amen Uds. también, yo les instruí, instruyan Uds. también a nuevos discípulos, yo los inspiré, inspiren Uds. también a otros, yo los involucré, involucren Uds. también a otros.

Y claro: El hecho de que Jesús es el paradigma perfecto, hizo que sus discípulos le siguieran. Con sus discípulos Jesús uso las tres íes: Los Instruyó, los Inspiró y los Involucró. Nosotros también tenemos que formar un equipo, debemos instruirlos, debemos inspirarlos y debemos involucrarlos en el servicio cristiano.

De modo que Jesús era y es el paradigma perfecto, el ejemplo a seguir. Como líderes nosotros también debemos ser paradigmas en conducta, en fe, en capacidad, en experiencia. Así que Jesús fue el paradigma perfecto, pero también el Señor tenía un propósito claro. Esa es la segunda “P” de Propósito.

II. PROPÓSITO CLARO (Jn. 10:14-18; 19:30)
Al venir a esta tierra Jesús tenía dos metas principales, tenía claro su propósito: 1- Ir a la cruz y 2- Entrenar 12 hombres para edificar una iglesia que nunca pereciera. Como buen pastor, como conocedor de sus ovejas, sabía que era necesario entregar su vida y volverla a tomar para poder rescatar a las ovejas perdidas. Note que el plan de Jesucristo incluía, desde la eternidad, el misterio de la resurrección: “Pongo mi vida para volverla a tomar”. El Señor siguió firme en su propósito, hasta llegar a la cruz y decir: “Consumado es”. El trabajo de la obra redentora está terminado, está completo, he pagado el precio de rescate por la humanidad pecadora. Esto me llama mucho la atención, porque Jesús fue una persona que terminaba lo que empezaba. Terminó el trabajo “Consumado es”. Pudo unir al hombre pecador con el Dios santo.

Tristemente muchos de nosotros tenemos el mal hábito de comenzar algo y no terminarlo. Por eso es que hay muchos que desistieron de sus estudios y no tienen el título que los acredite como profesionales universitarios por ejemplo. Muchas veces comenzamos un proyecto ministerial y no lo terminamos, porque no somos persistentes o perseverantes, nos desviamos de nuestros propósitos. Cómo líderes debemos tener propósitos claros.

No olvide: El propósito de Jesús era ir a la cruz y entrenar doce hombres para establecer su iglesia. Nosotros no tenemos que ir a la cruz, aunque sí tenemos que llevar nuestra cruz cada día y seguirle. Además, debemos entrenar líderes. ¿A quién ha equipado Ud. que va a continuar su trabajo?. Esa es la pregunta del millón. ¿A influenciado Ud. positivamente en la vida de alguien, ha discipulado a alguien, ha entrenado ministerialmente a alguien? Jesús sabía que esto era importante. Jesús formó un equipo y trabajo en equipo con sus discípulos y les ofreció calor humano, por esa razón Juan se recostaba en el pechodel Maestro. Jesús tenía una amistad sincera con ellos, había un ambiente familiar.
Jesús preparó a su equipo al dedicarse a los negocios de su Padre. Cuando realizó el milagro de la multiplicación de los panes y los peces, le dio dichos panes y peces a los discípulos para que ellos los distribuyeran entre la multitud. Era más efectivo y rápido que ellos le ayudará a hacer ese trabajo a que El mismo lo hubiera hecho solo. Los discípulos no podían multiplicar los panes y peces, no tenían la fe suficiente, solo Jesús podía hacerlo, pero si podían sacar con sus manos los panes y peces de los canastos y distribuirlos. Jesús necesitó del trabajo de todos.

De la misma manera para que podamos avanzar en la obra de Dios, necesitamos el trabajo de todos. Unos orando, otros ofrendando, otros trabajando yendo, evangelizando, planificando. Todos haciendo la obra del Señor.

Me parece que debemos entender que cada uno de nosotros, Ud. y yo nacimos por la voluntad de Dios y para su propósito. Jesús tenía claro su propósito, nosotros debemos tener claro nuestro propósito que debe ser vivir para glorificar a Dios.

Así que tenemos el paradigma perfecto de Jesús, hemos visto su propósito que era claro, pero también el Señor tuvo un plan que era aplicable..... Esa es la tercera “P”, su plan.

III. SU PLAN, APLICABLE (Mt. 28:18-20)

El plan de Jesús para alcanzar el mundo fue sencillo: hacer discípulos y formarlos en grupos pequeños. La palabra discípulo viene del latín discipulus que significa alumno o aprendiz. De modo que el discípulo es alguien que aprende bajo la tutela de un maestro. Los seguidores de Jesucristo nos convertimos en sus discípulos, recibimos su enseñanza y su ejemplo.

Pero aparte de ser discípulos del Señor, él mismo nos pidió que fuéramos a las naciones e hiciéramos discípulos. En otras palabras, es función de la iglesia, es tarea de la iglesia, de cada seguidor de Jesús hacer nuevos discípulos, alcanzar a otras personas.
Déjeme ponerlo en estas palabras: TODO CRISTIANO DEBE SER Y DEBE HACER DISCÍPULOS.

Por supuesto hay variedad de métodos para discipular, en algunas iglesias trabajan uno a uno. Es decir, el tutor trabaja con una sola personas hasta que esta muestra la iniciativa y la capacidad para trabajar a su vez con otra. Jesús usó el método de elegir a un grupo pequeño, a 12 para ser exactos y se relacionó estrechamente con ellos para sí discipularlos. Ese fue su plan.

En el liderazgo la planificación de nuestro trabajo es de vital importancia. Piense por un momento. Dios programó el nacimiento, la crucifixión y la resurrección de su Hijo antes de la fundación del mundo. Jesús planeó su futuro y también el nuestro. El ya ha preparado el camino a la vida eterna y se fue a preparar un lugar para nosotros en la eternidad, mientras nos dejó a nosotros aquí llevando a cabo su obra.

¿Qué es un plan? Un plan es una lista escrita de acciones ordenadas y fechadas para lograr la meta deseada. Habacuc recibió la orden: “Escribe la visión, y haz que resalte claramente en las tablillas, para que pueda leerse de corrido” (Habacuc 2:2 NVI). La planificación es el punto de partida para todo sueño o meta, para todo éxito ministerial. A mi me parece fascinante que Dios programe una comida, la cena de las bodas del Cordero ¡seis mil años por anticipado!
(Apoc. 19:9)
Dios siempre honró a los hombres que planificaronNoé planificó la edificación del arca. No lo hubiera logrado, sino si hubiera tomado el tiempo para planear. Salomón, el hombre más sabio que haya existido en la Tierra, dedicó tiempo para planificar la construcción del templo. Moisés, el libertador que sacó a los israelitas de Egipto, se tomó el tiempo necesario para planificar el tabernáculo. Pablo planificó sus viajes misioneros y la implantación de iglesias en las ciudades que visitó.

Recuerde: Un plan es una lista escrita de acciones ordenadas y fechadas para lograr la meta deseada. Sin un plan no podemos lograr nuestras metas. Por ejemplo: David tenía una meta, su meta era matar a Goliat, aquel filisteo gigante que estaba burlándose del pueblo de Dios. Es interesante que Saúl y su gente ni siquiera tenían esa meta, ellos pensaban que era imposible matar al gigante. En cambio, David pensaba que era imposible fallar al lanzarle una piedra a Goliat con semejante tamaño. Noten la diferencia en la manera de pensar.

Muy bien, entonces David elaboró un plan para lograr su meta. ¿qué hubiera pasado si David solamente hubiera soñado y deseado matar al gigante y no preparar ningún plan para alcanzar esa meta? Lo que hubiera pasado es que Goliat lo hubiera matado. Pero David elaboró un plan.

Dijo tomaré estas cinco piedras, las colocaré en mi saco pastoril, voy a poner una de estas piedras en mi honda y se la voy a lanzar al gigantón en la mera frente, si fallo tomo otra piedra y lo intento de nuevo. La Biblia nos muestra que no necesitó un segundo intento, porque al primer intento mató a Goliat, porque supo planificar adecuadamente.

Saben, hay cristianos que no agarran la honda, esto de agarrar la honda es bíblico, porque David agarró la honda y con ella mató al gigante.

De modo que hay que planificar y recuerde: Nadie formula planes para fracasar, pero muchos fracasan porque no formulan planes.

Jesús tuvo un plan y dicho plan es aplicable en cualquier parte del mundo y en cualquier momento de la historia de la humanidad. Jesús no quería únicamente llenar la cabeza de sus discípulos de información, sino lograr una transformación en sus vidas. Eso se logra solamente a través de una relación personal entre maestro y discípulo. Cada uno de nosotros debemos desarrollar los planes que se pueden aplicar en nuestro contexto, para que la obra del Señor siga adelante.

Conclusión: ¿Eres un líder paradigma, con propósitos claros y con planes definidos?.....
No olvide: Si Ud. es líder, a Ud. lo están siguiendo y ven su ejemplo. Ud. debe compartir sus propósitos con los demás y también los planes, transmitir la visión. Sea Ud. el líder que Jesús quiere que sea.

lunes, 5 de agosto de 2013

MANDELA: EJEMPLO DE LIDERAZGO TRANSFORMACIONAL

Mandela: ejemplo de liderazgo transformacional


Nelson Mandela, dejará sin duda un gran legado. Fue un verdadero líder, un visionario y un político capaz de contribuir a transformar a toda una sociedad, azotada por la segregación racial. Sudáfrica no podría ser el país incluyente que es hoy y sin su devoción por la paz, la reconciliación estaría muy lejos.
Mandela está enfermo, recluido en una clínica en su país, pero millones de personas de todas las razas, estratos y partidos políticos claman por su salud. Si Mandela se hubiera dedicado a los negocios y a la empresa, clasificaría dentro de los líderes estratégicos.
Según un artículo de Wharton Universia, en Mandela hay, de hecho, mucho coraje, sacrificio, sabiduría y nobleza en su vida, atributos que demandan un profundo respeto y que tienen mucho que enseñarnos. Y sobre todo en el mundo empresarial, donde existen falsos líderes, gerentes codiciosos y administradores que eluden con artilugios la ética y los principios.
El secreto del liderazgo de Mandela, dice Paul J. H. Schoemaker, director de investigaciones del Instituto Mack de Gestión de Innovación, fue animar a la armonía racial, perdonar sin olvidar, compartir el poder y priorizar por encima de todo el futuro, y no el pasado.
Como maestro de las actitudes simbólicas, Mandela dio fuerza a esa estrategia usando la magnanimidad con sus antiguos enemigos. Por ejemplo, en 1995, visitó la viuda del hombre que fuera el mentor del régimen del apartheid y que lo había mandado a prisión (el primer ministro Hendrik Verwoerd).
No escondió su felicidad cuando Springboks, equipo nacional de rugby, conquistó el campeonato mundial, aunque el equipo hubiera sido símbolo del racismo y del poder afrikáner durante décadas. Él usó con mucho orgullo la camisa del equipo durante el campeonato, gesticuló en apoyo del equipo y envió al mundo toda una señal de que apoyaba, de hecho, una nación de todos los colores. Ese tipo de liderazgo es muy valioso y difícil de encontrar.
Aspectos claves
Lo que Mandela ofrece a los aspirantes a un liderazgo estratégico es un ejemplo vivo de cómo las fuerzas complejas de la sociedad, sus valores innegociables y los momentos claves de decisión pueden entrelazarse a lo largo del tiempo y en los dominios político, jurídico y económico en una visión convincente que puede transformar un partido político, una nación e incluso el mundo.
El liderazgo estratégico no tiene que ver sólo con la ejecución de una estrategia inicial que forme seguidores, sino, principalmente, a la adaptación de esa estrategia cuando sea necesario para preservar el apoyo de todos. Pocos líderes políticos hoy dominan eso tan bien como Nelson Mandela, que es también conocido cariñosamente por su nombre tribal: Madiba.
Nada más natural, señala Wharton, que un adolescente negro fascinado por las maquinaciones que rodeaban al trono del jefe de la tribu para ocupar, por último, un trono aún mayor y de visibilidad mundial. Mandela es un hombre que pasó por muchas décadas, culturas y realidades en su búsqueda de libertad y justicia. Él se sacrificó de manera profunda y noble. En ese proceso, se convirtió en icono mundial de los derechos humanos. Al final, incluso sus enemigos lo admiraron y respetaron, y con razón. Él es uno de los hombres más notables de los últimos 100 años.
Un líder transformacional
Su liderazgo es un ejemplo de cómo en el mundo empresarial también se pueden aplicar las virtudes de la nobleza, la justicia, la equidad, el reconocimiento, el perdón y la confianza. Los siguientes son los atributos más destacados de Mandela:
• Compromiso invariable con una visión de largo plazo de justicia y de esperanza.
• Oposición a la escalada de violencia y solamente pago con la misma moneda cuando no haya otras opciones.• Comportamiento digno respecto a los que lo engañaron, inclusive con sus carceleros.• Análisis de las posibles consecuencias futuras de las decisiones tomadas con urgencia, sin embargo siendo firme en sus principios.• Actuar solo siempre que sea necesario, pero sin traicionar a los amigos y el partido.• Articulación de argumentos complejos que, por último, convencieron a sus adversarios.• Sensibilidad respecto a los dilemas de los adversarios, cediendo un poco según sea necesario.• Entender el poder de los símbolos y los gestos públicos de bondad genuina.• Capacidad de perdonar para liberarse de los sentimientos de venganza y de victimización.• Trabajar decisiones importantes a lo largo del tiempo produciendo una trama de igualdad y libertad.• Priorizar la reconciliación con los que se opusieron a su lucha.