A lo largo de la historia, el liderazgo se ha considerado como un atributo, y de allí han surgido frases que definen de distintas formas a quienes cuentan con este prodigio, que para muchos es una condición innata y para otros se aprende y se construye. Veamos si usted reúne algunas de estas cualidades:
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- “Yo no sólo utilizo todo el cerebro que tengo, sino el que puedo conseguir prestado”. (Woodrow Wilson).
- "Un sueño es sólo un sueño. Un objetivo es un sueño con un plan y una fecha tope”. (Harvey Mackay).
- “Las ideas son como los conejos. Usted obtiene un par, aprende a cuidarlos, y muy pronto tendrá una docena”. (John Steinbeck).
- “Yo mantengo seis hombres honestos y serviles. Ellos me enseñaron todo lo que supe; sus nombres son Qué y Por Qué y Cuándo, y Cómo y Dónde y Quién”. (Rudyad Kipling, en 'Just So Stories', 1902).
- “Un enano parado en los hombros de un gigante puede ver más lejos que el gigante mismo”. (Didacus Stella, circa AD60).
- “Integridad sin conocimiento es débil e inútil, y conocimiento sin integridad es peligroso y espantoso.” (Samuel Johnson 1709-84).
- “Lo más importante en la vida no es capitalizar sus éxitos –cualquier tonto puede hacerlo-. Lo realmente importante es obtener ganancias de sus errores.” (William Bolitho, en 'Twelve against the Gods').
- “Cualquiera puede enfurecer – eso es fácil. Pero enfurecerse con la persona correcta, con la intensidad correcta, en el momento correcto, por la razón correcta y en la forma correcta –eso es difícil.” (Aristóteles).
- “La gerencia significa ayudar a la gente a sacar lo mejor de sí, no organizar cosas.” (Lauren Appley).
- “Detrás de cada hombre capaz siempre hay otros hombres capaces.”(Proverbio Chino).
- “Yo alabo en voz alta. Yo culpo calladamente.” (Catalina la Grande, 1729-1796).
Pues bien. Si no clasifica en estas categorías, aún está a tiempo de adquirir atributos de líder. Basta empezar. Y por supuesto, hacer un esfuerzo. La disciplina lleva al hábito y el hábito no duele porque una vez adquirido se convierte en una necesidad.
Evalúe lo que sucede en su empresa. ¿Hay sentido de pertenencia? ¿Sus colaboradores internos se sienten a gusto? ¿Cómo está el clima laboral? ¿Comparte usted con su equipo de trabajo o se comporta como un déspota? Recuerde que no se puede hablar de competitividad y de productividad cuando el talento humano está insatisfecho y al borde de la depresión.
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