sábado, 9 de octubre de 2010

CARACTERÍSTICAS DE UN BUEN LIDER

Muchas son las cualidades que definen al líder.
En esta lección vamos a señalar aquellas que se podrían considerar básicas (son necesarias para que exista un auténtico líder), mientras que en la lección siguiente se analizarán otras complementarias (contribuyen a realzar la figura del líder).
El líder debe poseer todas estas cualidades básicas, lógicamente unas más que otras, pero todas ellas deben estar presentes.
La ausencia de alguna de ellas dificultaría ejercer un auténtico liderazgo.
Visionario: el líder se caracteriza por su visión a largo plazo, por adelantarse a los acontecimientos, por anticipar los problemas y detectar oportunidades mucho antes que los demás.
Actúa: Fija objetivos exigentes y se esfuerza por alcanzarlos, sin rendirse, con enorme persistencia, lo que en última instancia constituye la clave de su éxito.
Realista: No se contenta con soñar, el líder quiere resultados, define metas claras y alcanzables por su equipo de trabajo.
Retador: Sobresale sobre el resto del equipo, bien por su inteligencia, bien por su espíritu combativo, bien por la claridad de sus planteamientos, etc., o probablemente por una combinación de todo lo anterior.
Coraje: Se enfrenta con carácter a las dificultades; las metas que propone son difíciles (aunque no imposibles), hay que salvar muchos obstáculos, hay que convencer a mucha gente, pero el líder no se desalienta, está tan convencido de la importancia de las mismas que luchará por ellas, superando aquellos obstáculos que vayan surgiendo.
El líder defiende con determinación sus convicciones.
Contagia entusiasmo: consigue entusiasmar a su equipo; para la empresa como para los empleados. Es importante saber contagiar su entusiasmo, el conseguir que el equipo le siga, que comparta sus objetivos.
Comunicador: Presenta habilidades o dotes de buen comunicador, que contribuye a la venta de su visión al equipo, da a conocer sus planes de manera sencilla, con un lenguaje claro y no técnico.
Convincente: el líder es persuasivo; sabe presentar sus argumentos de forma que consigue ganar el apoyo de la organización.
Gran negociador: Es muy hábil negociando. La lucha por sus objetivos le exige negociar continuamente, en la empresa, con clientes, proveedores, entidades financieras, accionistas, entre otros.
Orientado al logro: Demuestra una especial habilidad para ir avanzando en el largo camino hacia sus objetivos.
Capacidad de mando: Es el arte de la convicción, pero también tiene que ser capaz de utilizar su autoridad cuando sea necesario. El líder es una persona compresiva, pero no una persona blanda (los subordinados le perderían el respeto).
El líder no puede abusar del mando ya que resulta imposible motivar a un
equipo a base de autoritarismo, pero debe ser capaz de aplicar su autoridad sin temblarle el pulso en aquellas ocasiones que lo requieran.
Exigente: En su forma de actuar y solicitar la ejecución del plan por su equipo de trabajo. Alcanzar metas difíciles requiere un nivel de excelencia en el trabajo que tan sólo se consigue con un alto nivel de exigencia.
Carismático: Es conciliador, afable y carismático, para desarrollar una posición objetiva y motivadora frente a su equipo de trabajo, el carisma es una habilidad natural para seducir y atraer a las personas, es auténtico magnetismo personal. El carisma permite ganarse al equipo, que se siente atraído por su líder.
“Para una empresa es preferible tener un líder sin carisma con un alto sentido de la honestidad, que un líder carismático que utilice la organización en su propio beneficio”.
Honesto: Vive sus valores éticos, es trasparente y siempre adopta una respuesta sincera y sensata. Este valor construye confianza plena con el equipo de trabajo.
Si los subordinados detectan que el líder no juega limpio y que tan sólo le preocupan sus propios intereses, perderán su confianza en él.
Cumple con su palabra: Promete solo lo que puede cumplir, adopta posturas y posiciones donde es claro el compromiso del líder y de su equipo de trabajo para la consecución de los objetivos del área.
Coherente: Vive lo que predica, su
pensar, sentir y actuar se orienta de
la misma forma. Aprende a ser
consecuente con los objetivos del
SENA, del área y de su vida, esta
característica se percibe con el
ejemplo del líder y sus acciones.
El liderazgo va siempre
unido a un equipo de trabajo
y siempre hay una posición
evolutiva en los grandes
líderes, apropian los
planteamientos estratégicos
del SENA e invitan al
cambio & transformación
para el bien común de la
comunidad.

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